El otoño ya está aquí y, nos guste o no, las temperaturas inician el descenso y los días cada vez son más cortos. Los cambios de estación traen consigo modificaciones en nuestros hábitos de vida, los cuales no están exentos de consecuencias sobre nuestra salud. Menos horas de luz al natural nos obligan a pasar más tiempo en casa con luz artificial, lo que se traduce en una bajada del estado de ánimo, además de una bajada de defensas. Por tanto, existe un mayor riesgo de caer enfermos.

Si has sentido que tu humor ha cambiado para peor en las últimas semanas sin ninguna causa aparente, puede que sufras de TAE (Trastorno afectivo estacional), o más conocido por sus siglas anglosajonas SAD (seasonal affective disorder), que hace referencia a los fuertes cambios de humor que experimentan algunas personas durante el cambio de estación, principalmente en la época del verano al otoño, cuando el clima se vuelve más frío y los días más cortos.

Los síntomas más comunes son: ansiedad, tristeza, pesimismo, cansancio e irritabilidad. 

¿Cómo combatirlo?

1. La alimentación es clave. Una dieta basada en alimentos que contengan vitamina C, como las naranjas, o vitamina A, presente en las manzanas, mejora el funcionamiento del ritmo cardíaco y el estado de ánimo. Es el momento perfecto para convertir las frutas y verduras en tu mejor aliado. 

2. Una vez más, la práctica de ejercicio moderado te ayuda a combatir el trastorno. 

Realiza deporte aunque solo sean 10 minutos en casa, te ayudará a mejorar tu estado de ánimo y desconectarás. Si quieres una mayor motivación, ponte tu música favorita para entrenar.  

3. Sal a la calle, da un paseo todos los días y siente el aire fresco. Salir a la calle es necesario para desconectar y poder respirar aire fresco. Es recomendable salir cada día al menos una hora a pasear, hacer ejercicio de meditación o solamente a caminar para poder escapar del trabajo y de la congestión que supone a veces nuestro hogar. 

4. Abre bien las cortinas y persianas de la casa, para que la luz natural inunde cada rincón de tu hogar. Si no es posible, las velas y lamparitas con luces cálidas, lejos de las luces frías de las pantallas, te proporcionarán una agradable sensación de calidez y bienestar.

5. Utiliza colores alegres en tu atuendo diario. Un top o un labial rojo, unos pendientes o un color de uñas alegre tendrán un impacto positivo en tu estado de ánimo. Son solo algunas ideas de cómo introducir color en tu día a día. También en la decoración de tu casa puede ser una gran alegría para la vista o incluso en la dieta; prepara recetas llenas de color y sabor. 

6. ¡El chocolate también puede ser una solución! Una pequeña porción de chocolate negro todos los días pueden hacer que te sientas mejor. El cacao ayuda a mejorar el humor, y además reduce los niveles de ansiedad en las personas. 

7. Los alimentos ricos en serotonina como los frutos secos (nueces o avellanas), la fruta fresca (piña, plátano…), los lácteos y pescados como el salmón son algunos de los alimentos de la conocida “dieta de la felicidad”. Estos alimentos son ricos en triptófanos y nos ayudan a sentirnos mejor.