Evitar la obesidad infantil está en tus manos, no en la de ellos

El inicio de un nuevo curso lleva consigo muchos propósitos para llevar a cabo durante los próximos meses, entre los más repetidos se encuentra mejorar la salud: hacer más deporte, alimentarse bien… En definitiva, cuidarse mucho más. Una apuesta que, en ocasiones, es necesaria trasladar también a los niños, ya que el sobrepeso alcanza ya en España el 23,3% de niños y niñas. Su tratamiento es difícil, por lo cual desde el punto de vista sanitario lo más recomendable es la prevención.

¿Sabías que la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI y que afecta a la mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo? La prevalencia de la obesidad infantil está aumentando a un ritmo que se considera alarmante, según fuentes oficiales como la OMS (Organización Mundial de la Salud).

¿Cuáles son las principales causas de la obesidad infantil?

Los factores de riesgo que confluyen en el alarmante aumento de la obesidad infantil son:

  • Factores genéticos: en general, los hijos de padres obesos tienen mayores posibilidades de serlo. Aun así, la genética no es la única razón, ya que también pesa, y mucho, el estilo de vida que los padres imponen en el ámbito familiar: sedentarismo y mala alimentación.
  • Alimentación inadecuada: la mayoría de los niños con sobrepeso y obesidad siguen una dieta hipercalórica, en la que hay un exceso de alimentos ricos en grasas y azúcares, escasez de frutas y verduras, comidas grasientas (exceso de carne, etc.), bollería industrial, chuches, etc. En general, los padres no planifican adecuadamente las comidas y no tienen en cuenta el valor nutricional y el balance energético de lo que se come.
  • Sedentarismo: mucha pantalla y poco o ningún ejercicio, además de unos horarios de comida poco controlados. 

¿Y sus consecuencias?

Una de las consecuencias más inmediatas de la obesidad infantil es la diabetes tipo 2 (la llamada diabetes del adulto), hipercolesterolemia (colesterol elevado) e hipertensión arterial, lo que les predispone ya desde la infancia a sufrir enfermedades cardiovasculares graves.

Asimismo, el exceso de peso repercute sobre los huesos y el conjunto del aparato locomotor, reduciendo la tolerancia al ejercicio físico y causando problemas respiratorios.

Por otro lado, también es muy importante tener en cuenta que el sobrepeso puede afectar negativamente al desarrollo emocional de niños y adolescentes, ya que aumenta los sentimientos de inferioridad y baja autoestima. Los niños con obesidad tienden al aislamiento, desarrollan comportamientos depresivos y actitudes antisociales que compensan con el aumento de la ingesta de calorías como consecuencia de la ansiedad, agravando así el grado de obesidad.

Tratamiento y prevención de la obesidad infantil

El mejor tratamiento de la obesidad infantil es la prevención y ello supone actuar en los primeros años de vida, instaurando hábitos saludables de vida: una alimentación equilibrada y promoción de la actividad física. Es importante que los padres tengan la información necesaria sobre el valor nutricional de los alimentos y su valor energético, cómo construir una dieta equilibrada que incluya todo tipo de alimentos, cuáles son las técnicas de cocción más sanas a la hora de preparar los diferentes alimentos, etc.

En caso de que el niño/a ya tenga sobrepeso, se deberán adoptar medidas dietéticas de la mano de un endocrinólogo. Además, la familia debe implicarse directamente en los cambios de los hábitos de vida que permitirán la pérdida de peso, realizando en lo posible las comidas y actividades deportivas de forma conjunta. Es fundamental que la pérdida de peso en niños y adolescentes sea lenta y progresiva, y que vaya acompañada de una labor educativa en cuanto a los hábitos de vida saludables.

10 “imprescindibles” para frenar la obesidad infantil

Un grupo de expertos del Centro de Investigación en Nutrición (CIN) de la Universidad de Navarra y el Instituto IdisNA han elaborado diez pautas “imprescindibles” para frenar la obesidad infantil. ¡Te las presentamos!

  • Practicar diariamente al menos 30 minutos de ejercicio
  • Limitar el consumo de snacks, gominolas, etc.
  • No sobrepasar los 25 gramos diarios de azúcar añadido (unas 100 kilocalorías)
  • Reducir el consumo de productos ultraprocesados
  • Limitar el consumo de harinas refinadas
  • Consumir verdura y fruta a diario, preferiblemente sin pelar y no en zumo
  • Consumir de 3 a 5 raciones de pescado a la semana
  • Tomar leche o yogures naturales sin edulcorar todos los días
  • No salir de casa sin desayunar
  • Potenciar la educación nutricional en todos los ámbitos

Ya lo ves: ¡prevenir la obesidad infantil está en tus manos! Desde Farmactiva te recomendamos implementar estos cambios de forma gradual, en caso de que no los estés cumpliendo, siempre pensando en su salud actual y a largo plazo. ¡Te lo agradecerán!

Para más información, recuerda acudir siempre a un profesional sanitario y en caso de que lo necesites, a tu farmacia Farmactiva más cercana, dónde encontrarás el mejor consejo saludable para garantizar que tu niño/a crezca saludablemente. 😉