Las creencias falsas sobre los trastornos mentales pueden provocar problemas importantes.

La primera campaña saludable del año de Farmactiva no podía ser otra que: “¿Hablamos de salud mental? ¡Eliminemos el Estigma!”. Bajo este eslogan, queremos mostrar nuestro compromiso con los trastornos mentales, tan frecuentes hoy en día y en auge desde el inicio de la pandemia. Los estigmas que giran alrededor de las enfermedades mentales pueden llegar a ser muy perjudiciales, no solo para los pacientes mentales, sino para todas las comunidades y culturas. Así pues, hablar de salud mental es el primer paso para eliminar su estigma. 

¿Quieres saber más? Descubre cómo puedes eliminar el estigma de los trastornos mentales en tu día a día en nuestro nuevo post y recuerda: si lo necesitas, puedes dirigirte a tu farmacia Farmactiva más cercana para recibir apoyo y consejos sobre salud mental si lo necesitas. ¡En marcha!

Del estigma a la discriminación

¿Sabías que los estigmas se producen cuando las personas vemos de forma negativa una característica distintiva o un rasgo personal que consideramos una desventaja? Las creencias infundadas y este tipo de actitudes negativas hacia las personas que tienen algún tipo de trastorno mental son frecuentes.

No hay que olvidar que los estigmas dan lugar a discriminaciones, que pueden ser evidentes y directas, como un comentario negativo, o pueden ser no intencionales o sutiles, como por ejemplo: evitar la relación con alguien que sufre un trastorno mental por miedo a la inestabilidad, violencia o peligrosidad. Este tipo de actitudes hacia los demás, no solo prejuzgan al individuo que las padece, sino que hacen que él/ella mism@ se juzgue también.

Algunos de los efectos nocivos que provoca el estigma son:

  • Resistencia a buscar ayuda o tratamiento
  • Falta de comprensión por parte de familiares, amigos, compañeros de trabajo u otras personas
  • Menos oportunidades laborales, escolares y/o sociales
  • Problemas para encontrar vivienda
  • Hostigamiento, violencia física o acoso
  • Débil salud emocional y autoestima

La estigmatización surge cuando existe una discrepancia entre las normas culturales y los atributos de las personas que sufren un trastorno mental. Las etiquetas que creamos sustentan las normas socioculturales establecidas, y en el caso de las personas con trastornos mentales, los estereotipos se refieren mayoritariamente a la peligrosidad, debilidad e inutilidad.

Diferentes tipos de estigmas:

La expresión más grave del estigma es el autoestigma, es decir, la internalización, por parte del individuo de las actitudes negativas que recibe. Normalmente, el estigma internalizado se relaciona con la desvalorización, la autoestima, la autoeficacia y el agravamiento de los síntomas. Según de dónde provenga el estigma, estos se clasifican en:

  • Estigma institucional: cuando se vincula a las políticas de instituciones públicas como privadas (incluidos los profesionales que trabajan en ellas). Son frecuentes en estos casos las actitudes paternalistas o negativas.
  • Estigma público: se manifiesta cuando la comunidad manifiesta prejuicios y estereotipos negativos y actúa de forma discriminatoria.
  • Estigma familiar: es el que procede del entorno familiar. Normalmente se trabaja desde las estrategias de apoyo, la contención, la psicoeducación y el entrenamiento para manejar crisis.

¿Qué hacer para evitar el estigma?

Desde la Psicología Social y la Sociología se han estudiado tres estrategias para luchar contra la estigmatización: la protesta, la educación y el contacto social. La protesta social es muy efectiva a corto plazo, ya que disminuye, por ejemplo, la difusión de imágenes negativas, estereotipos de otra índole, etc. También son una vía para mejorar la autopercepción de los pacientes y fomentar el empowerment. Los programas educativos, en cambio, incluyen la transmisión de información de forma activa: discusión, presentación de casos reales, presencia de personas afectadas… Cuando este tipo de programas son segmentados, definidos e integran políticas y estrategias generales, son de gran ayuda para la concienciación y la lucha contra el estigma. Por último, el contacto social es la vía más importante para cambiar conductas y actitudes. Es importante favorecer la interacción y los procesos de recategorización de las personas y de desarrollo de ideas y actitudes nuevas, fomentando así la autoafirmación de los pacientes y su empoderamiento a partir de:

  • La igualdad de estatus: las interacciones entre miembros de diferentes grupos solo son positivas si se participa en un mismo estatus.
  • La interacción: tiene que favorecer la posibilidad que se genere una aproximación personal; la oportunidad de conocerse, momentos de conversación, etc.
  • La información que se intercambie durante la interacción: tiene que favorecer la disconformidad de los estereotipos negativos sobre el colectivo.
  • Los participantes: tienen que perseguir objetivos comunes y cooperar activamente entre ellos.

Tu colaboración en la lucha para acabar con el estigma y la discriminación de las personas con trastornos de salud mental es fundamental para conseguir mejorar su situación y desarrollo en la sociedad. ¡Pon en práctica estos consejos y compártelos!