Después de casi dos años de pandemia por la COVID-19, las patologías relacionadas con la salud mental no han hecho más que aumentar. Los distintos hábitos de trabajo y descanso, la falta de actividad física, la mala alimentación y las restricciones horarias y el confinamiento domiciliario, que han provocado aislamiento social, han hecho que se vean multiplicados los casos de estrés, insomnio, ansiedad y depresión.
Así pues, la COVID-19 está haciendo que muchos pacientes empeoren su sintomatología y que afloren nuevas patologías. De allí el importante papel de la farmacia en la detección de estos problemas.
¿Cómo se traduce esta situación en las farmacias?
Las farmacias comunitarias han destacado, desde el inicio de la pandemia, por su importante rol como agentes sociales. El hecho de estar presentes en una gran mayoría de pueblos y en todas las ciudades del país, así como su ya conocida cercanía con los usuarios, ha facilitado su posicionamiento en primera línea en el sistema de salud nacional.
Más de 22.000 farmacias en toda España han colaborado con especialistas y centros de atención primaria para incrementar la calidad de vida de los pacientes con problemas de salud mental y mejorar su adherencia terapéutica.
Además de ser un punto clave del sistema sanitario, las farmacias también son referentes como punto de apoyo para la eliminación de los estigmas en materia de salud mental y son las responsables de asesorar sobre los posibles efectos secundarios de la medicación y de derivar, según el caso, el paciente a un médico.
Hoy día, en la farmacia se constata un claro incremento del consumo de productos para mejorar el sueño y controlar la ansiedad, en parte debidos a que resulta más difícil hacer ejercicio de forma diaria, mantener una buena higiene del sueño y alimentarse correctamente, todos ellos estrechamente ligados con la salud mental.
La atención farmacéutica en salud mental
Existen diversos niveles de atención farmacéutica según el estado del paciente y sus consultas, y cada uno de ellos exigirá una respuesta u otra por parte del farmacéutico/a:
- Atención en trastornos o estados muy comunes y prevalentes, como el insomnio, la ansiedad o la depresión).
- A. en trastornos en los que el tratamiento requiere de un médico o especialista, normalmente psiquiatra, geriatra o neurólogo.
- En trastornos psiquiátricos complejos.
- Atención en adicciones.
Acompañar, trabajar la escucha activa y ser empático/a y sensible psicológicamente son acciones básicas para saber cómo abordar estas consultas correctamente en la farmacia, así como formarse en cursos especializados.
En este sentido, desde la farmacia se pueden hacer colaboraciones con gabinetes de psicología, centros de actividades como yoga, meditación y terapias de grupo para ofrecer opciones que vayan más allá de una receta o un medicamento.
¿Eres farmacéutic@, auxiliar farmacéutico o técnic@ de farmacia? Ten a mano esta información para poder atender correctamente a tus pacientes con problemas de salud mental:
- Cómo y cuándo se puede solicitar ayuda psicológica a través de la seguridad social.
- Centros de atención psicológica y terapias de neurorehabilitación privadas o concertadas.
- Los números gratuitos de atención psicológica nacionales.
- Asociaciones y ONG del barrio o zonas próximas para las personas que no puedan costearse su asistencia psicológica de forma privada.
La salud mental es el resultado de una combinación de aspectos físicos, emocionales, ambientales, sociales, genéticos… En definitiva, un sinfín de factores que forman la personalidad y predisposición de cada persona, y no siempre es fácil abordarla desde la oficina de la farmacia. Por eso, en Farmactiva te ayudamos a hacerla más visible y tratable. ¡No te pierdas nuestra campaña saludable: “¿Hablamos de salud mental?”! Te facilitaremos material divulgativo para que acompañar a tus pacientes con problemas de salud mental te sea mucho más fácil. ¡Contacta con nosotr@s!
¿Llevas a cabo algún tipo de acción desde tu farmacia para mejorar el trato hacia el paciente de salud mental? ¡Coméntanoslo!